
Velada artística en Mondot (1934)
Los hechos que aquí se cuentan fueron publicados en una crónica del periódico El Diario de Huesca el 21 de febrero de 1934. Descrito como «un verdadero acontecimiento» para Mondot, en el texto aparecen citados varios jóvenes de aquella época, así como la maestras Elisa Fonseca. También llama la atención el lenguaje empleado por el corresponsal de aquella época.
«En este apartado pueblecito de Sobrarbe donde, como en otros tantos, la vida de sus bondadosos y pacíficos oradores discurre monótona, desprovista de toda emoción estética y en medio del incesante trabajo agotador del terruño, el acto celebrado el domingo 11 de los corrientes, es algo que puede calificarse de verdadero acontecimiento.
A las tres de la tarde, en salón improvisado al efecto, profusamente adornado e iluminado, en el que no faltaba el menor detalle, tuvo lugar una gran función teatral, organizada con los niños de la escuela por iniciativa de la bella y distinguida señorita doña Elisa Fonseca, muy culta maestra de la localidad, con arreglo al siguiente programa:
1.° Coro de «Jardineras».
2.° «La lugareña», juguete
cómico en un acto.
3.° «El burro de Villarino»,
canción.
4. «Compañerismo», cuadro
dramático.
5.° «El borracho y el eco».
Fuera de programa, durante uno de los entreactos, hubo un número sorpresa sobre cantos charros con acompañamiento de zambomba a cargo de doña Purificación González y señorita Matilde Villacampa, resultando divertidísimo. Todos los niños interpretaron sus papeles respectivos de una manera insuperable, mereciendo destacarse las angelicales niñas Elena Guerri, Marina Senz, Leonor Noguero y Esperanza Loríente; y simpáticos muchachos Vicente Villacampa, Antonio y Carmelo Pelegrín, José Maria Bellosta, Miguel Pardina y Joaquín Lacambra, que incesantemente fueron ovacionados por el numeroso y distinguido público que llenaba el local, compuesto por el pueblo en masa y otros muchos asistentes llegados de los pueblos más distantes de la comarca.
Suplió a la orquesta una potente gramola, provista de una colección de discos, nutrida y modernos. Para terminar la representación, los jóvenes del pueblo interpretaron una jota, en la que cantó unas coplas sentidas y de refinado estilo el simpático joven de Arcusa, Sebastián Aran, felicitando a la organizadora y colaboradores, y dando las gracias al vecindario por las atenciones habidas para cuantos como él, asistieron de fuera.