
Hasta el valle de Chistau y el refugio de Viadós
¿Habéis oído hablar del refugio de Viadós? ¿Sabéis que se encuentra situado a 1.700 metros de altitud y se puede acceder en coche? Ni más ni menos, así es. Y hasta este precioso rincón del Parque Natural de Posets Maladeta, en el valle de Chistau, que nos fuimos.
Dos razones nos llevaron hasta allí. La primera, conocer este imponente rincón a espaldas del macizo de Cotiella y a las faldas del pico Posets, el quinto más alto de España y el segundo más alto de Aragón. Con 3.371 metros, tan solo el Aneto le supera (3.404 metros). Y la segunda razón, observar de cerca las curiosas bordas que pueblan estos paisajes pirenaicos.
Desde Mondot nos dirigimos al norte, cruzamos Aínsa y seguimos ganando altura por la A-138 hasta desviarnos a la derecha, junto a Salinas de Sin, hacia el valle de Chistau. En caravana, nunca mejor dicho, nos dirigimos por el congosto camino de Plan, primero, y de San Juan de Plan. Las numerosas excursiones que ofrecen estos parajes del Alto Aragón atraen en verano a una gran cantidad de gente. La subida hasta el Ibón de Plan o Basa de la Mora es una de ellas.
Cruzamos San Juan de Plan en dirección a Gistaín, poco más de una hora después de haber salido de nuestras casas rurales, y nos introducimos en un camino bien señalizado justo en una curva. El camino, apto para todos los coches que no sean excesivamente bajos, discurre junto al río Cinqueta. Por todo este trayecto se pueden realizar diversas caminatas, junto al río, más o menos largas. También, cómo no, subir hasta Viadós en algo más de 3 horas.
Las numerosas bordas comienzan a salir al paso, pero es arriba, en Viadós, donde verdaderamente el paisaje nos cautiva. Son aproximadamente 9 kilómetros y algo más de media hora en coche los que separan el inicio del camino, un kilómetro después de San Juan de Plan, hasta el refugio de Viadós.
Nosotros apostamos por la comodidad de subir en coche y aparcamos debajo del propio refugio, donde el valle y los diferentes picos se abren ante nosotros. Como vamos con niño pequeño, descartamos la mayoría de rutas de dificultad que se pueden completar en el entorno. Dejamos las cinco horas de ascensión hasta el glaciar del Posets o Llardana para otro día :). Aunque también están señalizadas las rutas hacia el ibón de Millás, el ibón de Lenés, el collado de Eriste o de la Forqueta, el puerto de Chistau, la Pleta de Añes Cruces o el refugio Ángel Orús.
Decidimos dar un paseo hasta el Puen de la Ribereta, ya que a partir de ahí la senda se empina de manera considerable. Esta brevísima caminata nos traslada hasta el río Cinqueta y un puente de madera, lugar donde obtenemos una bonita fotografía y disfrutamos del entorno. Desandamos nuestros pasos y llegamos de nuevo al coche. A pesar de ser finales de agosto, las nubes y el viento hacen acto de presencia, por lo que la sensación de frío es mayor que los 12º que marca el termómetro. Optamos por montarnos en el coche para buscar un sitio más apacible donde echar mano al bocata.
De vuelta ya para abajo nos paramos a comer en un llano que se abre lleno de pinos y otros árboles que se abre junto al río. El sitio nos muestra otro de esos lugares idílicos. Tras un rato de relax, subimos de nuevo al coche para continuar trayecto y subir hasta Gistaín, donde nos bajamos junto a la fuente para observa el macizo de Cotiella y sus diferentes picos: el del Mediodía, el de las Once, el de las Diez y el de la Una, ya que deben sus nombre a la posición que ocuparían si fuesen un reloj solar. Las vistas desde el pueblo más alto del valle de Chistau son espectaculares.
Nos despedimos de esta zona del Pirineo aragonés con una breve parada para tomar café en San Juan de Plan.